sábado, 3 de noviembre de 2007





Taller proyectos curso 2007_2008
T3a : maría de la O del santo mora





Curso regular
De un tono apocalíptico adoptado recientemente en “arquitectura”

Apokalupto: yo descubro, yo desvelo, yo revelo”, traducción griega del término hebreo gala, descubrimiento, desvelamiento : el velo alzado sobre la cosa.

Yo descubro como sujeto activo, algo que probablemente un tercero me muestra, un individuo o la propia naturaleza, descubro a través de mi experiencia perceptual, luego sensible, pero también descubro a través de mi experiencia intelectual, luego inteligible.
Yo desvelo compaginando mi sujeto que actúa con algo que se me da a desvelar a través de un tercero, que me muestra a través de algo que se intuye, que me seduce a través de su transparencia, una transparencia mediante la cual se adivina, se desdibuja una apariencia, apariencia borrosa, blur, deslimitada, des-contorneada, y detrás, tras el velo, un velo que participa de una materialidad ligerísima, de una textura sutil, de gasa, de seda. Materia, textura, elementos de referencia.
Yo, finalmente, revelo, ahora ya sí como sujeto activo. Comparto con terceros algo que está oculto, oculto tras el velo, entonces no tan oculto, luego un secreto a voces, intuido. Intuición que seduce y que nos mueve, nos moviliza a descubrirla, y una vez algo mostrada, algo descubierta, nos con-mueve, nos mueve en compañía, nos mueve-con, nos con-mociona, ayuda a que nuestro ánimo se mueva, sacude nuestra conciencia. Como la arquitectura para Le Corbusier.
Acción-Pasión. Yo actúo – yo recibo la acción, la padezco. Algo de eso existe en torno al arte. El artista produce activamente. El receptor del arte, el observador, lo recibe, lo disfruta, lo padece, le place. Y aún así, ese padecimiento es devuelto a través de la obra, de nuevo al arte. Porque ¿en qué momento queda definida la obra de arte? ¿en el momento de su concepción?, ¿en el momento de su construcción?, ¿en el momento de su recepción?, ¿en el momento de su contemplación?, ¿en el momento de su contextualización?, ¿en el momento de su descomposición, de su ruina?.
Otra referencia: Contemplación de Yohanan, Apocalipsis de San Juan. El desvelamiento convertido en catástrofe (que se abatirá), en lo terrible y espantoso, en la devastación externa, pero también, aún, en lo misterioso, lo enigmático, lo oscuro (ver rale). Doble camino, lo que se desvela y por lo tanto revela implica siempre el tiempo del porvenir : la devastación externa y el velo alzado sobre la cosa, ambos entonces sobre la misma cosa, implican un tiempo que no es el presente, sino siempre el porvenir. Ven : un ven que precede y llama al evento : “ven” es el lugar, aunque lugar no es sino una palabra aquí muy enigmática, de aquello que a la vez permite e impide el evento, el acontecimiento : lo radicalmente nuevo, la catástrofe de lo actual, el alzamiento del velo. Un origen sin origen más original. Yo vendré : la venida está siempre, por definición, por venir.
Si la referencia en el título a Derrida además de obvia no es casual (D’un ton apocaliptique adopté naguére en philosophie), con una cadena textual que se remonta a Kant (“Sobre un tono gran señor adoptado recientemente en filosofía”), no lo es tampoco su traslado a la arquitectura. Un cambio de tono, de matiz. Un palimpsesto. Una re-escritura matizada. Matizada en el contenido, matizado su contenido a través del tiempo, del espíritu del tiempo, del espíritu de cada tiempo, zeitgeist. Y a la vez, algo que anuncia, que nos prepara, que nos pone en aviso, por lo que pueda pasar, nos previene, nos pre-viene de lo por-venir.
Por tanto: explorar, mediante la arquitectura, las relaciones entre lo que se desvela, el misterio del desvelarse, la catástrofe que produce, la posibilidad del porvenir. Ello, evidentemente desde un pensamiento que es la arquitectura, desde el proyecto y sus herramientas que son su escritura. Y creemos es la arquitectura una forma privilegiada de pensar este término, apokalupto, puesto que nos permite pensar simultáneamente el tiempo y el espacio, y nos muestra, desde la ruina al proyecto, la juntura o el quicio fuera de lugar del tiempo por venir. ¿Es otra cosa la arquitectura que un dar lugar al por-venir? ...
Ejercicios

Como ya se ha comentado, es este un curso de investigación, de experimentación, un curso de procesos antes que de resultados, un curso en que la libertad del proyecto arquitectónico genere caminos, nuevos y personales, una cierta escritura personal del espacio. Esto se hace desde luego desde el dibujo, [Miguel Angel Buonarroti: “Yo respondo que se pinta con el cerebro y no con las manos”], desde el trabajo manual en maqueta, pero también desde el entendimiento de la arquitectura como un hecho fundamentalmente construido. De esta manera, la atención a los procesos técnicos y tecnológicos que construyen la arquitectura, la “construcción”, la “estructura”, las “instalaciones” trabaja en paralelo, si es que no es lo mismo, con la atención digamos “proyectual”. El resultado final, la arquitectura, y aunque sea obligadamente solo dibujada, ha de ser una construcción, pues no puede ser de otro modo: no hay (no “se da”) arquitectura sin su construcción. En este sentido, los tres ejercicios del curso, también por duración temporal, irán progresivamente desvelando esta arquitectura como construcción.

¿Cómo se articula esta investigación que es desvelamiento? Desde las artes, desde la reflexión espacial del arte, desde la participación de las artes del concepto de diseño, disegno. Fusión entre lo sensible y lo inteligible, entre la experiencia perceptual y la experiencia intelectual, un entre no olvidemos experimental. Y las artes en el espacio y en el tiempo. Para abordar este curso, entonces, vamos a situar un velo intermedio, que muestra tanto como oculta, un velo de seducción (en dos direcciones) que es el velo de la reflexión desde el arte, desde las artes, desde el espacio en/de las artes. No se trata, evidentemente, de representar un espacio que se presenta en un medio artístico como ya dado como arquitectura a construir. Se trata más bien de reflexionar sobre las relaciones espaciales que se establecen, su configuración, su profundidad, su medida de la realidad, y repensar desde medios estrictamente arquitectónicos estas relaciones espaciales, entre personajes, entre lugares, entre sonidos. No olvidando, claro, que estas “espacializaciones” se dan en el tiempo, y que los tiempos entre las distintas artes y entre estas y la arquitectura son muy distintos, participan de matices diversos, de su tono característico.

Proceso y resultados conjuntamente, espacio y tiempo, ser y tiempo - ser y espacio : siempre una reflexión que permita poner de manifiesto la potencia de un pensamiento de la arquitectura, de una (su) escritura del espacio.

Primer ejercicio : Entrega final : viernes 23 de noviembre de 2007
Tema : A partir de las premisas de partida del curso propuestas para su análisis y reflexión, para su síntesis, su sintetización casi química, su destilación, con el objeto final de hallar su esencia, de extraerla, de robarla, de descubrirla tras el velo, de desvelarla, proponer a modo de des-velamiento anticipado un concepto en forma de palabra. Una palabra. Palabra que se escribe, palabra que se pronuncia. Lenguaje, habla, conceptos sobre los que reflexionar. Conceptos que dan lugar al pensamiento a través de su conocimiento. Percibir-Conocer-Pensar. Una palabra que resuma para cada alumno individualmente su propuesta personal de investigación, de experimentación para el presente curso. Una palabra sobre la que se pueda
re-escribir su conceptualización mediante distintos tonos. Y uno de ellos, el tono arquitectónico. El tono característico de lo arquitectónico. Palabra que dé lugar. Palabra que se haga espacio. El alumno debe plantear una propuesta de espacio para su palabra.
Descubrir – Desvelar - Re-velar su espacio asociado a su palabra.
Materia y sustancia. Contenido y continente. Significado-significante. El alumno debe investigar-experimentar entre referencias que le ayuden a convocar las sinergias latentes entre lenguaje y arquitectura, entre arquitectura y escritura. Y, finalmente, pro-poner el espaciamiento, poner en pro, proyectar; pro-poner el dar lugar, el acontecimiento de su palabra.
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palabra que se hace espacio
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Se trata de un ejercicio rápido, que busca la sugerencia espacial y la chispa temporal como sus privilegiados medios de acceso a la arquitectura, y que se sitúa como una entrada en materia del curso.

5 comentarios:

Proyectos ii t3A | Composición II [ie universidad]. Prof. Maria de la O del Santo dijo...

El silencio se hace arquitectura en un intento desesperado de atrapar mi mente. Revelando el secreto de un pasado que no volvera. Cuerpo y alma conversan y juntos recorren las huellas de un horizonte lejano, muy lejano donde el polvo se ha convertido en oxigeno de nuestros pulmones y en velo de nuetras visiones.

Apocalipsis: el comienzo de un nuevo renacer

Proyectos ii t3A | Composición II [ie universidad]. Prof. Maria de la O del Santo dijo...

La definicíon de la palabra.
Por Amaia

Es dificil enfrentarse a este nuevo ejercicio. Para mi es como un psicoanalisis, ya que desde el primer momento, el momento donde tomas la decisión de elegir la palabra, es una palabra que te define. No se si es algo consciente o inconsciente, pero sea como sea el resultado es el mismo; la palabra te define.

Proyectos ii t3A | Composición II [ie universidad]. Prof. Maria de la O del Santo dijo...

Después de la tempestad viene la calma pero… ¿y antes? ¿Más tempestad? ¿Es acaso la calma que sigue a la tempestad la que precede una nueva “borrasca”? ¿Son calma y tempestad dos factores que se suceden linealmente sin orden aparente sin principio ni fin?
Es a propósito del silencio (nombrado en otro comentario previo), y de su cabida en mi caos, por lo que me surgen estas dudas.
Se dice que el hombre es incapaz de escuchar el silencio absoluto, pues aún aislándose de todo ruido ajeno está “condenado” a escucharse a sí mismo. Quizá sea por esto que nuestra mente haya creado la imagen del silencio absoluto; no somos capaces de tocar el silencio pero sí de sentirlo: en la admiración de una obra de arte, en la transparencia del aire que nos rodea, en el descanso, en el dolor, en la soledad de la multitud, en el último parpadeo antes de dormir, en la oportunidad para decir, en la oportunidad para escuchar, en la oportunidad para callar.
Pero es también, el silencio, la línea que separa el ruido del sonido. En el sonido cabe el silencio, en el ruido no. Por ello este último será la tempestad. Y para que el sonido sea sonido y no ruido, necesita del silencio en algún momento de su tono. Así, la calma no será el silencio absoluto (que aún no hemos tocado) si no la armonía, el equilibrio, el silencio dentro del sonido. Es aquí donde el silencio se mete en mi caos, en el orden implícito pero invisible al hombre, en el equilibrio que hace del caos caos y no desorden, en el patrón q subordina todo elemento de un sistema caótico, en la continuidad envuelta en discontinuo.
El hombre es incapaz de tocar el caos, al igual que le pasaba con el silencio, pero está acostumbrado a experimentarlo. ¿Es entonces el caos tempestad? ¿O es calma? Quizá el equilibrio infinito entre ambos sea lo que ando buscando, pero es difícil encontrar el camino por el que llegar.

Proyectos ii t3A | Composición II [ie universidad]. Prof. Maria de la O del Santo dijo...

El apocalipsis sugiere desastre,destrucción, no se sabe si es el fin o el comienzo de una nueva era y nos da miedo, porque es desconocido y porque tenemos miedo al blanco, o a lo que pueda venir después, esto nos confunde, no estamos preparados para actuar y por eso la mente se bloquea,no podemos reaccionar y surge una situación caotica y desordenada.La palabra "instalar" nos ayuda a colocar en su lugar debido las cosas y su derivada instalaciones lo hace en la arquitectura facilitandonos el día a día y abriendo nuevas puertas al futuro.

Proyectos ii t3A | Composición II [ie universidad]. Prof. Maria de la O del Santo dijo...

Pero antes de instalar, hace falta encontrar. Se tiene que producir un encuentro con el lugar, contigo, e inluso con el apocalipsis.
Primero encuentras, encuentras un lugar que te sugiera algo,del que previamente has percibido algo que te ha llevado a instalarte en él.
Las puertas hacia el futuro se abren en medida que tu encuentras cosas y las percibes.
No hay futuro sin percepción, sin encuentro con el presente.
Por Amaia.